El gobierno de la alianza Cambiemos acaba de asestar un nuevo golpe a la ciencia argentina. El Directorio del CONICET concluyó el trámite del concurso de ingresos a la carrera del investigador científico y tecnológico (CIC) 2015 (ingreso durante 2017), después de demoras motivadas por la incertidumbre en el número de vacantes. El resultado es descorazonador: el año próximo ingresarán 385 nuevos investigadores al CONICET, menos de la mitad de los que entraron en el concurso 2015 [1]. Es el menor número de ingresantes de la última década y retrotrae al CONICET a los niveles anteriores al año 2004, cuando se puso en marcha el plan estratégico que permitió la recuperación de su base científica. (ver https://storify.com/CyTA/conicet-datos-sobre-la-evolucion-de-su-planta )
Esta reducción contradice la política de Estado desarrollada en los últimos doce años. En particular, atenta contra el plan Argentina Innovadora 2020, que fijaba el objetivo de alcanzar 5 investigadores por cada mil habitantes de la población económicamente activa, para lo cual fijaba metas taxativas para el crecimiento del CONICET. En su gestión anterior, el Ministro Barañao defendió públicamente el crecimiento del CONICET a un ritmo del 10% anual hasta 2018 (meta que hoy requeriría la incorporación de mas de 900 investigadores) (ver http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0025-76802012000400014 ). En su actual gestión, el Ministro Barañao justifica el achicamiento en el número de ingresos como algo natural, inevitable y casi saludable. Cambiar abruptamente las políticas de Estado, sin participación de los actores involucrados es una práctica antidemocrática que sólo tendrá efectos destructivos. El freno brusco en el número de ingresos al CONICET traerá conflictos y causará perjuicios al país. Este cambio abrupto es una estafa no sólo a la nueva generación de investigadores sino a toda la sociedad argentina que avaló y acompañó el fortalecimiento de la ciencia y la tecnología como apuesta al desarrollo integral del país. Esto se vio reflejado también en las elecciones ya que el Presidente Macri ganó prometiendo subir el presupuesto de CyT al 1.5% del producto bruto interno. El CONICET tiene mas de 10.500 becarios en formación, que ingresaron al organismo con la expectativa de que se cumplan los planes establecidos. Sin duda, tienen derecho a reclamar que eso suceda. En ese reclamo, contarán con nuestra plena solidaridad.
El achicamiento del CONICET es el prolegómeno de una nueva fuga de cerebros. Es la consecuencia natural de un modelo que apunta a reprimarizar nuestra economía dejando de lado el impulso al desarrollo industrial, alejando al sistema de Ciencia y Tecnología de las necesidades y demandas sociales y desincentivando el pensamiento crítico. Es una política coherente con el achicamiento del presupuesto asignado a la función ciencia y tecnología propuesto por el Poder Ejecutivo, con la desprotección de industrias estratégicas como la satelital o la de radares y con las denuncias infundadas al conjunto de las Universidades Nacionales.
Convocamos a la comunidad científica a defender los logros alcanzados y a manifestarse en contra de este nuevo golpe a la ciencia argentina.
Grupo Ciencia y Técnica Argentina (CyTA): https://cienciaytecnicaargentina.wordpress.com/
Investigación y Desarrollo para la Inclusión
Miembros: Adrián Paenza; Alberto Kornblihtt; Ana Franchi; Andrea Gamarnik; Andrés Kreiner; Carolina Mera; Daniel Filmus; Diego Hurtado; Diego Tatian; Dora Barrancos; Eduardo Dvorkin; Federico Robledo; Felix Requejo; Graciela Morgade; Hugo Aimar; Jorge Aliaga; Jorge Geffner; José Paruelo; Juan Pablo Paz; Luis Alberto Quevedo; Marcelo Ruiz; Mirta Susana Iriondo; Osvaldo Uchitel; Pablo Nuñez; Raquel Chan; Roberto Salvarezza; Rolando González-José; Sandra Carli
[1] http://nexciencia.exactas.uba.ar/confirmado-se-recorto-un-60-el-ingreso-al-conicet