FEDUBA dialogó con Marcelo Pagnola, Doctor en Ingeniería por la Universidad de Buenos Aires, docente e investigador.
FEDUBA: ¿Qué es la nanotecnología? ¿Cuáles son sus alcances?
Marcelo Pagnola: Existen varias definiciones sobre la misma, a mí no me termina gustar ninguna pues todas tienen algo en común y a la vez distintivo de acuerdo al área de desempeño y de a quién se le pregunte, por eso me parece que lo más correcto es ser abarcativo y definirla como la capacidad de incidir en la materia a escala nanométrica con técnicas mas o menos estandarizadas que permitan repetitibilidad de procesos y/o propiedades. Haciendo un balance desde la época del Paleolítico, en donde las magnitudes que se manejaban con la técnica sobre la piedra estaban en el orden de 0.5 – 10 m, pasando rápidamente por el Neolítico, la Edad de Bronce, hasta la actualidad, en que se manejan procesos tecnológicos mas pequeños que el tamaño de la celda del átomo de Hierro, se ha mejorado un 1×10+11 veces la controlabilidad de las técnicas de incidir sobre la materia. Este hecho nos permite manejar órdenes de magnitud por debajo de la millonésima parte de un milímetro (1 manometro), es decir dentro de la escala del espacio cotidiano en el cual se desempeña un virus. Este concepto es difícil de ver, ya que la capacidad de nuestro cerebro a medida que vamos creciendo va “cambiando” las cotas inferiores y superiores de subjetividad entre lo más pequeño y lo más grande que nos presenta la materia. Por ejemplo, un ejercicio con un niño de apenas ½ año de formación en el jardín de infantes nos lleva a cosas que van dentro del orden de “un mosquito” hasta el interior de la “casa”, y nos sitúa aproximadamente en un desarrollo de la técnica a comienzos de la edad de Bronce, y a medida que subimos en la formación de grado, hasta los 9 años de formación formal llegamos a valores que van en el orden desde un “microorganismo” hasta la “Tierra”, es decir un universo 133×10+6 veces mas grande en su entendimiento, lo cual sitúa a un razonamiento cercano al principio de la etapa actual. En estos momentos estamos dentro de la tecnología empezando a comprender que el refrán que dice “todo lo que reluce es oro” no siempre se cumple. Sobre todo cuando entramos a escala nanométrica, en la cual el “color”, atributo de este elemento, comienza a cambiar y a dejarlo de hacer relucir. Esto nos muestra un Universo distinto, que visto desde otra escala ya no nos es tan familiar, y a la vez nos permite manipularlo y lograr propiedades impensadas hasta hace muy pocos años atrás. Todo esto es fabuloso, e inclusive cuando evidenciamos propiedades y mejoras en escalas que nos son más familiares y las que manipulamos diariamente. De eso se trata de de conseguir mejores productos, mejores medicamentos, mejor medicina para hacer la sociedad un poco mejor para todos. Esto implica mucha responsabilidad, y a la vez políticas estrictas de control a nivel científico-técnico.
F: ¿Cuáles son las ventajas de su uso?
M.P: Bueno, esta pregunta prácticamente la he respondido al finalizar la anterior. Lo cual nos lleva a una dimensión distinta, y si me permitís te cambiaría la pregunta y la reformularía a “¿Cuáles son las responsabilidades de su uso?”, acá es en donde debemos comenzar a destacar las distintas áreas de aplicación de la Nanotecnología, a saber: la medicina; la química; los materiales nanoestructurados; etc. Es entonces dentro de las distintas áreas en donde comienzan a plantearse las responsabilidades concretas de su uso, y donde deben existir legislaciones diferenciadas para éstas. Y a este respecto aún estamos a fines de la edad de hierro….Con esto no quiero ser alarmista, porque la nanotecnología no es “mala” ni “buena” “per se”, sinó que es perfectamente controlada por el científico en todos sus ámbitos, y depende de su universo de control. Sobre todo de las instituciones gubernamentales que reglamentan estrictamente los usos. Es más, diría que recién se está comenzando a tomar conciencia que técnicas que implicaban cuestiones nanométricas antaño, están siendo actualmente reguladas, sobre todo en áreas ligadas a la medicina y la química. Porque el área de materiales puede manejarse desde escalas micrométricas con legislaciones perfectamente vigentes, para aplicarles luego rutas de procesamiento con ordenamientos manométricos pero ya confinados en estructuras de mayor tamaño. Lo cual reduce grandemente las implicancias y las cuestiones normativas. Esto me parece importante considerar.
F: ¿Qué proyectos que involucran a la nanotecnología se desarrollan hoy en el país?
M.P: Mirá, creo que yo no soy el indicado para esta pregunta, pero existen distintas áreas de aplicación como te comenté. Las principales están orientadas en promover el desarrollo y la producción de nanomateriales, nanointermediarios y nanosensores. Y son manejados por Fondos Sectoriales desde la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica dependiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación con el objetivo de realizar transferencias de tecnología a la industria en sectores como metalmecánica, salud, cosmética y agroindustria. También está el CONICET, que desde su política estratégica define sus objetivos prioritarios mediante acciones concretas que refuerzan las áreas explicitadas. A este respecto es que se produjo una activa recuperación de la inversión en Ciencia y Tecnología, que involucró un incremento en la inversión en investigación y desarrollo (I+D) que pasó del 0,39% en 2002 a 0,49 % en 2006 y que hoy sigue rondando en una inversión promedio del medio por ciento del PBI. (De acuerdo al Plan Estratégico 2005-2015). Estos indicadores nos dan una pauta del crecimiento en esta área, lo cual tiene que estar (y de hecho está) en concordancia con el aumento en formación de Recursos Humanos que lleven adelante estas incumbencias. Es un proceso continuo y beneficioso para el país y sus políticas a largo plazo que debemos comprender y valorar en conjunto y no en forma fragmentada, y sin políticas directrices como ocurrió en otras etapas de la Ciencia y Tecnología local. Sobre todo cuando el mercado regulaba las acciones de los científicos y no se ponía por sobre encima una estrategia debidamente formulada al respecto. Pero creo que todavía debemos mejorar, sobre todo en estructuras o instituciones que aún manejan algunos aspectos desde una presunta “autonomía” y no tienen una visión integradora al respecto. O la utilizan en forma parcial justamente amparándose en dicha autonomía, cuando en realidad relega los efectos beneficiosos para la sociedad toda.
F: ¿Qué lugar ocupa hoy la nanotecnología en la Universidad?
M.P: Bueno, esta es una institución en la cual el aspecto que te marqué antes esta claramente evidenciado. Fijate vos que aún hoy es difícil ponerse de acuerdo en cómo evaluar a un científico en su producción para considerar su potencialidad de acuerdo al área de desempeño de sus funciones, sobre todo cuando este no está ligado a las ciencias exactas. Cuán complejo sería evaluar el grado de inserción de la nanotecnología dentro de los claustros universitarios cuando todavía no tenemos en claro cómo impacta ésta en las ciencias sociales. Es decir recién estamos comenzando a “nano-socializar” el concepto; utilizando herramientas diseñadas a este fin; y comenzando a diseñar los proyectos que nos permitan llegar a un mejor manejo de la misma. Estamos por buen camino: incrementando el número de áreas de interconexión entre facultades que pueden manejar problemáticas afines; desarrollando aspectos que involucran el crecimiento de recursos humanos dedicados al tema en el ámbito de la ingeniería, las ciencias exactas, las ciencias médicas y las veterinarias; aplicando instrumentos gubernamentales para potenciar las investigaciones en las facultades, etc.
De acuerdo a estos hitos concretos, te puedo afirmar que la nanotecnología cada vez está ocupando un mayor espacio relativo dentro de la Universidad. Y esto es bueno por los aspectos que antes te mencioné.-