El ex vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera, visitó la CTA y brindó una charla magistral, junto al secretario general de la CTA y diputado nacional Hugo Yasky; el ministro de Defensa y excanciller, Jorge Taiana; el vicepresidente del Parlasur y titular del Instituto de Estudios de América Latina, Oscar Laborde y la secretaria de Relaciones Internacionales de la Conadu y secretaria de Formación, Investigación, Proyectos y Estadísticas de la CTA, Yamile Socolovsky.
En un salón expectante de las palabras del compañero Álvaro García Linera, referente marxista nuestroamericano y ex vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Yamile Socolovsky dio la bienvenida al encuentro. “Estamos en un momento político decisivo en nuestro país y en nuestra América Latina. Para las trabajadoras y los trabajadores es muy importante poder tener estos espacios de reflexión, para seguir pensando el destino de nuestros pueblos y poder compartir este momento con estos compañeros es un lujo para todas nosotras y nosotros”, manifestó la compañera, quien coordinó la actividad.
“Junto a Evo llevaron adelante esa proeza que fue la constitución del Estado Plurinacional. Para quienes no formamos parte de los pueblos originarios quizás nunca alcancemos a dimensionar, como sí lo pueden hacer aquellos que vienen de esas raíces, lo que significa el Estado Plurinacional. Poder construir un punto de quiebre de la continuidad colonial y neocolonial que se instaló en nuestro continente y que todavía hoy perdura. Que se expresa en el prejuicio sobre el color de la piel, en el rechazo a los que son más pobres, en esa actitud de genuflexión cultural, con la que las clases dominantes elijen ponerse de rodillas ante los poderosos del norte”, expresó Hugo Yasky.
“Cuando ese Estado Plurinacional se constituyó, nosotros sentíamos que todas nuestras luchas, porque ahí estaban involucradas también nuestras luchas, por supuesto muy periféricamente, casi desde la nada, pero estaban nuestras luchas, la unidad de la Patria grande va a ser posible solamente cuando esa plurinacionalidad sea continental”, aseguró Yasky.
Entre lxs presentes se encontraban el embajador de Bolivia en Argentina Jorge Ramiro Tapia; Eduardo Basualdo, economista, coordinador del Centro de Investigación y Formación de la República Argentina (CIFRA -CTA), el filósofo italiano residente en Buenos Aires Rocco Carbone, entre otrxs compañerxs.
“Los que luchamos hoy sabemos que hubo otros que lucharon y cuando nosotros no luchemos más, otros lucharán. Nos sentimos parte de un colectivo, de un movimiento popular que lucha”, señaló Oscar Laborde, vicepresidente del Parlasur, presidente del Observatorio de la Democracia del Parlasur y titular del Instituto de Estudios de América Latina de la CTA (IDEAL-CTA).
Además, Laborde se refirió al hito histórico que fue el rechazo al ALCA, del que se cumplirá un nuevo aniversario el 5 de noviembre de 2005. “Fue tal vez una de las pocas derrotas diplomáticas y políticas del imperio. Tuvo derrotas militares, pero derrotas diplomáticas y políticas como esa difícil. Pero que no se nos quede como algo que sucedió y que no tiene que ver con lo actual. Esta jornada y reflexión tiene que ver con cómo el movimiento popular encuentra articulación, esfuerzo, organización, pero también cómo la derecha modifica su táctica y su estrategia para también enfrentarnos. Este es un momento de disputa. Desde el 2015 comenzó una ola conservadora. Se destituye a Dilma, se apresa a Lula y así sigue. Pero no logran constituir una ola conservadora irreversible. Estos no son los 90, acá hay un movimiento popular con conciencia que evitó que aquella ola que ellos pretendían irreversible lo fuera. Los pueblos lucharon contra las medidas neoliberales”.
“Después habrá que canalizar esa lucha en una organización política y también electoral. No fue una ola irreversible porque se gana en México, en Argentina, en Bolivia, en Perú. Pero tampoco podríamos decir que es una ola popular y que vamos a ganar en todas las próximas elecciones. La derecha se adecúa a nuestros momentos, cargan ferozmente contra los gobiernos populares no bien constituidos. Lo hacen en Argentina, en Bolivia. Entonces el movimiento popular tiene que encontrar cómo se adecúa a esta situación y en este momento de disputa, ver cómo nosotros logramos avanzar”, agregó Laborde y dejó como consigna también la necesidad de juntarse y debatir con quienes no piensan como unx, con la idea de “unir lo divergente para enfrentar lo antagónico”.
Jorge Taiana reflexionó sobre la situación global y dijo que “la pandemia no ha hecho más que mostrar las miserias de la globalización neoliberal, pero eso no se reconstruye hacia un pasado sino pensar en un futuro que reconstruya ese pasado. Quizá el hecho más puntual es la reunión del G7 en Cornwall, Inglaterra, donde algunos consideran que se entierra el Consenso de Washington -basado en el lema de reapertura, desregulación, privatización-. Hay un debate sobre qué rol tiene que tener el Estado, sobre los límites de la apertura y la globalización económica, en un marco de mucha ebullición política en los países capitalistas desarrollados. Ebullición política en el sentido de debates, aparición de formas de la extrema derecha que parecía que no existían más, reconfiguración de los escenarios políticos y lo que fue el Brexit, la ruptura de la Unión Europea, que era el grupo económico más grande del mundo, incluso que Estados Unidos, con la salida del Reino Unido eso deja de ser así, y Estados Unidos recupera su rol de cabeza desde el punto de vista económico aunque la distancia con China se viene disminuyendo”, detalló y agregó: “Estamos en un momento, no sé si de mucha confusión, pero de mucho debate y mucho cambio. Si a eso unimos el cambio climático y las migraciones hay un escenario mundial complejo”.
“Los debates involucran el tema social, económico y político. Y acá hay dos circunstancias muy grandes: uno es el crecimiento arrollador de la desigualdad; segundo, hay un cuestionamiento de la democracia, en el mejor caso llamémoslo un desencanto de la democracia, y hay un retroceso de la democracia y de las libertades públicas. El tema de los inmigrantes me parece que es clave, el panorama ha empeorado. La tendencia al rechazo frente a la inmigración es un fenómeno indetenible. Es como el cambio climático. Los pueblos en movimiento, por distintas razones van a transfigurar los escenarios económicos, sociales y políticos”, describió Taiana en cuando al escenario mundial.
En cuanto a la región, el Ministro de Defensa recordó una frase de Álvaro García Linera que señalaba que “si no se avanza se retrocede”. Y agregó que “en ese momento pensé que había que tener un segundo tomo, una estrategia de profundización de los gobiernos populares pero que bueno, no se dio en su momento la urgencia o la necesidad. El dato nuevo es que no solo hay una derecha que es desestabilizadora sino que en algunos lados es competitiva políticamente y hay un deterioro de la credibilidad en la democracia como instrumento para solucionar los problemas de la gente”.
“Comparto la idea de que éste es un momento complejo”, inició su intervención Álvaro García Linera, y continuó: “Es un momento en el que las viejas certidumbres dominantes del mundo: libremercado, globalización, privatización, desregulación, desindicalización no han desaparecido, comienzan a resquebrajarse, se muestran cansadas y, en algunos casos, a contramarcha. América latina se adelantó a eso. Inicia el siglo XXI con una modalidad distinta de organizar la economía, el estado y la sociedad. Protagonismo del Estado, redistribución de la riqueza, superación de la pobreza de las personas, apoyo al mundo laboral, resindicalización. Lo plantea América latina durante una década y luego ese debate llega más allá del océano, a Europa, con problemas pero llega, a Estados Unidos. Y al día de hoy tenemos cosas que los latinoamericanos discutíamos a principios del siglo XXI con el presidente (Néstor) Kirchner, Lula (Da Silva), (Rafael) Correa, Evo (Morales Ayma), (Michelle) Bachelet a su modo, Pepe (Mujica). Esos temas ahora se debaten en Estados Unidos, Inglaterra, el Fondo Monetario. Más presencia, menos presencia del Estado, globalización si pero limitada, contenida, porque ha generado demasiada desigualdad. Inglaterra se separa de la Unión Europea. Trump plantea América primero, luego viene Biden y dice ’compre americano’, intenta reestablecer un Estado de Bienestar, inyectando dinero para que haya atención a los niños, a las personas en condiciones desfavorables y todo eso ha a acelerado esta licuadora que creencias que ha significado la pandemia”.
“Por una parte tenemos que ese optimismo histórico del cual gozaba el neoliberalismo en el mundo hasta fines de los años 90 del siglo pasado no ha desaparecido, solamente que está quebrado, fragmentado, erosionado, tiene fisuras, hendiduras. Sigue la globalización y siguen los procesos de privatización pero ya no como optimismo histórico, ya no como horizonte de época, sino casi como la permanencia de algo cansado, de algo que comienza a envejecer”, analizó Linera y agregó: “Se ha perdido el optimismo en cuanto al futuro de la historia”.
“La derecha lo que hace es encostrarse más, endurecerse más y enfurecerse más. Lo que ha pasado en Bolivia no es una excepcionalidad, es la posibilidad de un destino compartido. Es decir, la democracia como estorbo. No puedo preservar los privilegios de mis roscas empresariales y de mis grupos de élite, y de ceo’s, pues si la democracia limita esas posibilidades paso por encima de la democracia. Y si se me ponen al frente sindicalistas, o campesinos, o indígenas, pues paso por encima de ellos, son terroristas. Son bestias, como nos han dicho a nosotros en Bolivia. O como dicen en Europa, los nuevos comunistas. El populismo ahora es el nuevo comunismo, el progresismo ahora es el nuevo comunismo, el indianismo ahora es el nuevo comunismo, en esta derecha cavernaria. Derecha cavernaria que a disociado en su práctica libremercado de democracia. Cada vez se sienten más tentados a tomar la democracia como un instrumento accesorio. Hoy, cuando está en riesgo el libremercado, la democracia puede ser prescindible. La centro derecha abandona su posición de centro derecha y se escora hacia la extrema derecha”, explicó el ex vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
Los horizontes de previsibilidad del futuro se han desvanecido
“Es un tiempo complicado y muy peligroso. Complicado porque los horizontes de previsibilidad del futuro se han desvanecido. El neoliberalismo no es un horizonte de futuro y por eso se endura, se encostra, se enfurece y se vuelve cada vez más racista, más sexista, más supremacista, más antiprogresista o antipopulista. Porque es un neoliberalismo que ya no se sustenta en la legitimidad, el convencimiento y la seducción sino que busca sustentarse en la imposición. Si hay necesidad de sacar a militares y policías lo va a hacer, en el caso extremo. Por otro lado el progresismo, nuestros progresismos, que cumplieron una etapa de transformaciones, de recuperación del Estado nacional, de dignificación de lo popular, están ahí a la espera de qué viene hacia adelante. Y en esa espera, en esa indeterminación surgen los sentimientos de frustración, de enojo, de malestar. Algunos compañeros se repliegan y no salen a la calle, no van a la reunión sindical, no van a votar. Otros compañeros se pasan a quienes manejan ciertas banderas de cambio y de esperanza, incluso a veces en contra de las convicciones que se tenía hasta hace poco y otros compañeros vivimos una especie de espasmo, algo tiene que pasar. Y vemos el precipicio cerca. El riesgo de una derecha embravecida que no va perdonar porque está en sus últimas de legitimidad histórica. No es que la derecha no tiene proyecto, va a reinventarse pero hoy por hoy no tiene proyecto. Se aferra lo viejo violentamente. Y seguramente, si las derechas en otros países regresan van a hacer, salvando ciertas diferencias, cosas que hicieron en Bolivia. En un año en Bolivia no solamente mataron a 37 personas; encarcelaron a 1200 líderes, dirigentes, de una federación campesina, de una federación sindical, militantes, ex ministros; 500 personas perseguidas y sometidas a investigación de fortunas a nivel planetario, incluida una niña de tres años, mi hija. Eso es la derecha, que nadie piense que viene una derecha culta, amigable, plural, que se va a sentar con todos. La derecha que viene es una derecha dura. Son los que buscan defender sus privilegios perdidos ante los que somos el demonio, salvajes, o los nuevos comunistas”.
“Esta es la complejidad de la época y claramente tenemos que remontarlo. Es un tema de dignidad, de sobrevivencia colectiva, comunitaria, sindical, cultural. Pero ¿Cómo se remonta este estado de indeterminación del futuro? ¿Cómo se remonta este estado de parálisis del tiempo y parálisis de la previsión de horizontes factibles? Ni ellos la tienen fácil ni nosotros. Pero aquí hay un conjunto de temas claves. El progresismo no puede abandonar las banderas de la esperanza. Porque la política es en el fondo el monopolio y la conducción de la esperanza de una sociedad”.
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Fuente: http://www.cta.org.ar/el-progresismo-no-puede-abandonar-10467.html