En el marco del programa ITD, Ariel Gordon (UBA) nos comparte una clase sincrónica sobre la relación entre ciencia y desarrollo en el contexto argentino y latinoamericano. Partiendo de la pregunta acerca de los rasgos que caracterizan a América Latina, desde su unidad en la diversidad, advierte sobre la heterogeneidad estructural y la “sobrevolatilidad” de la región.
Asimismo, con el objetivo de analizar las políticas de ciencia y tecnología en la región, sostiene que es fundamental abordarlas en relación a las políticas de desarrollo en tanto su impacto en la capacidad acumulativa del desarrollo científico local.
Para alcanzar una mirada de largo plazo sobre el desarrollo de América Latina, es necesario señalar como el PBI per cápita ha fluctuado a lo largo de dos siglos en torno al promedio mundial. De este modo se identifican tres grandes fases: deterioro relativo por el fuerte desarrollo de los países occidentales (1820-1870), mejora relativa con subperíodos como la crisis de los países centrales durante la Primera Guerra Mundial y la relativa sustitución de importaciones (1870-1980), y un deterioro relativo en tanto la brecha respecto a la tasa mundial se agranda y ocurre el despegue de los países asiáticos (1980-2010).
Por otro lado, señala que la distinción del modelo lineal de investigación básica para luego pasar a la investigación aplicada y al desarrollo tecnológico, es una construcción ideológica que no necesariamente ha sido aplicada en los hechos. Además, la historiografía oficial alegó paradójicamente que en América Latina el problema fue la existencia de un Estado menor al que tenían los países con un estadio de desarrollo similar. En esta misma línea, se plantea que los actores que lideraron este proceso económico fueron los mismos que habían sido hegemónicos en el proceso primario exportador. Por último, también es necesario considerar el grado de extranjerización de nuestras economías para abordar los procesos que han llevado a la heterogeneidad estructural que caracteriza a la región.
En el contexto actual es fundamental discutir el rol de las universidades, como actor central, en los sistemas de innovación de América Latina.”Nuestros consejos nacionales de investigación y la historia de nuestro sistema científico tecnológico están muy fuertemente vinculados a las universidades, a diferencia de otros países. Nuestras casas de estudio fueron parte de la construcción de nuestro Estado Nación” afirmó.
Para concluir se refirió a cómo debemos reflexionar sobre el patrón de nuestras políticas científicas tecnológicas, sin mirar modelos ajenos con realidades diferentes y entendiendo que nuestras fortalezas tienen que ver con la amplitud de los sistemas universitarios y la alta tasa de escolarización superior. De este modo, también es necesario discutir la orientación de la matrícula y las distintas maneras de organizar los senderos del desarrollo a partir de las universidades, teniendo en cuenta que es en las grandes universidades latinoamericanas donde se realiza la investigación científica de nuestro continente.
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