El viernes 20 de agosto comenzó la octava cohorte de la Diplomatura en Salud Mental y Derechos Humanos que organizamos junto a la Universidad Nacional de José C. Paz y la Asociación Civil Enclaves.
En la actividad participaron Federico Montero (Secretario General, FEDUBA), Adelqui Del Do (Delegado Feduba), Mariano Rey (Director Provincial de Consumos Problemáticos de la Provincia de Buenos Aires y docente de la diplomatura), Leonel Tesler (Director del Departamento de Ciencias de la Salud y el Deporte UNPAZ) y Julieta Calmels (Asociación Civil Enclaves y docente de la diplomatura).
Adelqui inauguró la charla y explicó que diplomatura se inició para dar respuesta al déficit de una perspectiva de Derechos Humanos en la formación en el campo de la salud mental. “Entendemos al paradigma de los DD.HH. como un esquema de referencia. Por eso, adoptamos una mirada interdisciplinaria, federal y de compromiso con la salud mental de nuestro país” afirmó.
A su turno, Montero resaltó la articulación entre instituciones como la UNPAZ, una universidad que territorializa la propuesta académica con las necesidades sociales, y Enclaves, una usina de producción de políticas desde la salud mental con perspectiva de DD.HH. “Desde Feduba compartimos los objetivos generales de la diplomatura, que nos interpela y apoyamos desde nuestro compromiso con la universidad pública. Reivindicamos que las iniciativas de los sindicatos no solo se traten de las tareas inmediatas, ya que como trabajadorxs tenemos el derecho de dar el debate en la universidad sobre los modos de producción del conocimiento y su vinculación con las necesidades de la población, para recuperar el camino de una perspectiva ética y política de la democracia” señaló.
Por su parte, Leonel Tesler se refirió al compromiso de la UNPAZ con la investigación, la enseñanza y las tareas de extensión para “seguir trasformando la realidad desde nuestro ámbito y lograr una sociedad más justa”. Destacó el actual proceso revolucionario en cuanto a la expansión de la perspectiva de derecho y aplicación de la Ley Nacional y Provincial de Salud Mental, además de un mayor acompañamiento de las personas con sufrimiento mental durante la pandemia, que abrió nuevas vertientes en el debate.
Mariano Rey hizo hincapié como una cohorte enteramente virtual, debido a la pandemia, a su vez facilitó el carácter federal de la cursada y la reformulación de los contenidos, para que sean una construcción colectiva en el marco de la necesidad de un Sistema Nacional de Salud. “La diplomatura no solo intenta pensar transversalmente la salud mental con los DD.HH., sino también abordar problemáticas que en las carreras de grado no se desarrollan pero son importantes para el diseño de políticas públicas” sintetizó.
A modo de cierre Julieta Calmels, en coincidencia con Mariano Rey, mencionó la importancia de la experiencia de la pandemia al evidenciar el rol rector de los Estados para integrar nuestro sistema de salud y el carácter solidario que estos deben adoptar. “La salud mental es otro de los grandes saldos que debemos enfrentar en este tiempo que tímidamente llamamos pospandemia. Se construyeron condiciones históricas a las que no podemos renunciar, evidenciando que las relaciones con otros es parte de la salud mental, aunque parezca obvio” concluyó.