Con más de 230 inscriptxs de diversas universidades de Argentina y países como Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Perú, República Dominicana, Venezuela y Uruguay, dimos inicio a la 10° cohorte del Programa Superior en Actualización en Docencia Universitaria (PADOC).
Tras los saludos institucionales de Federico Montero (Sec. Gral. FEDUBA), Yamile Socolovsky (Directora de capacitación IEC CONADU), Nicolás Arata (Director de formación CLACSO) y Carolina Mera (Decana FSOC UBA) entre otrxs, se inició la conferencia “La universidad pública en perspectiva histórica. Una mirada desde el presente de América Latina” dictada por la Dra. en Educación, Sandra Carli.
En su intervención, Federico Montero contó los objetivos del Programa: “nosotros y nosotras hemos atravesado nuestras carreras académicas con una formación disciplinaria, pero la reflexión sobre nuestra propia condición docente no estaba sistematizada. Los avatares por los cuales deveníamos en docentes universitarios no estaban jerarquizados. Creemos necesario construir esa vacancia a partir de un horizonte de sentido basado en el derecho a la universidad y plantearnos un ámbito de formación que contribuya a la perspectiva del derecho a la educación superior. Esa fue la idea que originó a este proyecto.”
Por su parte Carolina Mera recordó la larga trayectoria del PADOC y felicitó a lxs trabajadorxs que sostienen “esta posibilidad de capacitación en un momento tan difícil para el país y la humanidad”.
A su turno, Nicolás Arata mencionó el carácter político y pedagógico del PADOC. “Es un espacio inédito que a lo largo de cinco meses reúne a docentes universitarios provenientes de diversos países de América Latina para poner en común sus experiencias y conocimientos”, explicó.
En esta línea, Yamile Socolovsky destacó que el programa interpretó la definición política de la CONADU como organización sindical que insta a discutir el sentido de la universidad. “La formación de las y los docentes universitarios es un elemento constitutivo de la reflexión crítica y la politización de la actividad académica” agregó.
Durante la conferencia, Carli propuso un recorrido temporal desde el año 2011, fecha de inicio del PADOC. Señaló que en ese momento había una apertura a la reflexividad sobre la docencia universitaria a diferencia de otros momentos. Remarcó que en este último tiempo han aumentado los estudios históricos sobre la educación superior, fenómeno que es acompañado por la expansión de las universidades y el crecimiento de políticas científicas que favorecen al desarrollo de la investigación. “En el caso de la nuestro país, las universidades públicas se caracterizan por la tradición del ingreso irrestricto, aun con sus dilemas en cuanto a la permanencia del alumnado, y gracias al gran esfuerzo que significó sostener una política de apertura. Estos elementos construyen un tipo de cultura institucional con particularidades propias” afirmó.
Entendiendo que es necesaria una perspectiva histórica para comprender el presente resaltó que “la reflexividad sobre la dimensión temporal en la universidad pública es imprescindible para reconocer las marcas que sobreviven en la actualidad. Estamos transitando un presente histórico a raíz de la emergencia sanitaria, que ha producido una disrupción en los modos de la vida universitaria y una exigencia inmediata de adaptarse a esa realidad para garantizar la continuidad académica.”
Además, hizo mención al impacto de la pandemia en las universidades y la consecuente multiplicación del trabajo docente ante la imposibilidad de acudir a las aulas. “La situación del año pasado, con el salto a la virtualidad mostró en poco tiempo el problema de combinar las tareas de cuidado y la vida familiar con el trabajo docente público realizado desde el habitat privado” sintetizó.
Asimismo, y subrayando que el sistema de educación superior en América Latina no se trata de una experiencia homogénea, sino que se halla fuertemente diferenciado en su interior, los efectos de la pandemia han impactado en los procesos de globalización académica así como en una profundización de las asimetrías de poder en relación a la producción de conocimiento de cada país. “Hoy tenemos un nuevo componente global, que tiene que ver con que el virus no respeta fronteras, al mismo tiempo que este salto a la virtualidad nos lleva también a preguntarnos por el cómo volveremos a las experiencias situadas en las instituciones y a conectarnos fronteras adentro de las universidades”, concluyó.
De la Clase inaugural también participaron Lorena Soler (Subsecretaria de Posgrado FSOC-UBA), Julián Rebón (Secretario de Estudios Avanzados FSOC UBA), Esther Levy (Co directora PADOC) y Pablo Molina (Co director PADOC).
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