Junto a una multitud, las y les docentes universitaries nos movilizamos en un nuevo 8M para denunciar la estafa del gobierno de Milei y exigir el fin de sus políticas de ajuste y precarización, que profundizan brutalmente la feminización de la pobreza.
Una vez más, desbordamos las calles, como lo hemos hecho siempre ante cada intento de avasallar nuestros derechos conquistados y someternos a la exclusión y la vulnerabilidad.
Enfrentamos con organización y lucha la embestida económica que impone este gobierno, porque sabemos que el empobrecimiento planificado es también una forma de violencia que recae con mayor crudeza sobre mujeres y disidencias.