El lunes 6 de noviembre participamos en la inauguración de las XV Jornadas de Sociología de la Facultad de Ciencias Sociales y de la clase magistral que brindó el ex-vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, compañero Álvaro García Linera.
El tema convocante de las Jornadas es, como no podía tratarse de otro modo, el orden democrático en sus 40 años ininterrumpidos. La conferencia de García Linera –justamente- giró en torno a los límites y las potencias de la democracia como sistema político. Se trató de una extensa intervención en la que se destacaron cómo los supuestos sobre los que se asienta la democracia liberal (aparentemente indiscutible desde el colapso de los socialismos reales) son a la vez un obstáculo para una real democratización del mundo social que implique una participación creciente de formas asociativas de la solidaridad.
No obstante, esas formas asociativas existen y cada vez que hacen sentir su existencia enriquecen a la democracia como forma de vida. En ese sentido, el compañero señaló que el individuo abstracto al que sólo se lo convoca para votar con cierta frecuencia es desbordado por la potencia plebeya de la organización popular, de la fuerza de trabajo sindicalizada y de toda articulación concreta de los sectores subalternos; la igualdad política develada en su falsedad por la desigualdad económica es desbordada por el debate público y la movilización cultural; y la tendencia a la oligarquización del poder es desbordada por la revuelta de los humildes que vuelve a poner en discusión la democratización del Estado y, en general, de todas las instituciones políticas que debieran ampliar y garantizar el derecho de las mayorías.
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