El viernes 14 de octubre, recibimos en nuestra sede de Av. Entre Ríos al compañero y ex vicepresidente Amado Boudou quien junto a la compañera Natalia Salvo (referente de la Corriente de Abogadxs Laboralistas 7 de Julio y del Frente de Abogadxs Populares), a Federico Paruolo (Delegado General de la Comisión Interna de FEDUBA en la Facultad de Derecho) y a Belén Sotelo (Secretaria Adjunta de FEDUBA y Secretaria Adjunta de CTA Ciudad de Buenos Aires) nos compartieron varias reflexiones y perspectivas sobre la actual situación de guerra jurídica que vivimos en nuestro país y en nuestra región, y el rol del movimiento obrero y de las universidades ante este contexto.
Tras la presentación nuestro secretario general, Pablo Perazzi, hizo hincapié en la importancia de este tipo de intercambios que aportan a nuestro rol como sindicato en la formación de los discursos políticos. “Tenemos que multiplicar estas instancias y seguir organizándonos, con humildad y con alegría, como respuesta a las dificultades del ahora porque solo así seremos capaces de superar el atolladero en la que está inmerso la fuerza política a la que acompañamos” afirmó.
Paruolo comenzó explicando la configuración del lawfare que consta de dos poderes hegemónicos y son los medios hegemónicos y la justicia. Si bien ambas instancias se mantuvieron separada durante mucho tiempo, con el auge de los medios de comunicación se produjo una alianza entre estos dos sectores. De este modo se generó un sistema donde los operadores del sistema judicial empezaron a incorporar y reproducir los discursos construidos por los medios hegemónicos. “Esta dinámica consiguió horadar la institución del poder judicial y construir las herramientas que permitieron intentar someter a aquello que no les convencía. Fue así que se empezaron a dictar prisiones preventivas a pibes de sectores vulnerables y a construir jurisprudencia, a la par de la edificación de un discurso que socavaba el principio de inocencia” señaló. De esta manera Paruolo explicó como se construyó gradualmente un enemigo, lo cual permitió flexibilizar los límites del derecho penal y las garantías constitucionales.
A su turno, Salvo resaltó el carácter interdisciplinario de la charla y definió al derecho desde su posibilidad de dirimir conflictos mediante la ley, y destinado a las personas. Y agregó que “el pueblo tiene que ingresar al concepto del derecho e interpelar al poder judicial, así como también es necesario que en las facultades de derecho ingresen otras disciplinas que den cuenta del devenir del derecho”. En coincidencia con Paruolo respecto a la noción de binomio del poder, resaltó como el derecho es en realidad un producto social de conquistas históricas, y es el pueblo su último destinatario y fundante. Sin embargo “la relación entre el poder mediático y el poder judicial es cada vez más desembozada y obscena al punto de habernos arrebatado conceptos como el garantismo y otorgarles una connotación negativa. Es evidente que tiene por efecto el disciplinamiento social pero también el de la clase política, para que evitar que se lleven cabo políticas sociales, distributivas e inclusivas” concluyó.
Sotelo indicó que lawfare es un término que si bien se lo suele asimilar al concepto de judicialización de la política, se trata de la utilización de la ley en el marco de una estrategia definida en términos militares, donde se designa al otro como enemigo. “Si pensamos en las formas históricas que asume el antagonismo político en la región, vemos que el lawfare es una continuidad de la doctrina de seguridad nacional. No se trata de un fenómeno que solo sucede en nuestro país sino que se enmarca en una estrategia de reconfiguración de equilibrios políticos, que tiene como objetivo acabar con la oleada de gobiernos progresistas que surgieron a principios de este siglo” indicó. Recalcó como en esta estrategia de guerra en la que participa el poder judicial, tiene como sustrato la puja distributiva. Es por eso que los sindicatos, que defendemos los derechos de lxs trabajadorxs, también somos parte de esta persecución y “tenemos que estar atentos, no sólo para defender a nuestras compañeras y compañeros, sino porque lo que está en juego es la posibilidad de construir un destino para nuestro país que no sea en beneficio de unas pocas personas” sintetizó.
El ex vicepresidente Amado Boudou describió al tópico de la charla en relación a la imposición de un nuevo proyecto civilizatorio que se originó con el consenso de Washington, y donde el lawfare solo constituye una herramienta más para volver a instituirlo. Este conjunto de políticas que parecía que había cedido parcialmente en nuestro continente, solo estaba agazapado esperando el momento para resurgir. También se refirió a la división de las ciencias sociales en diferentes ramas, como un hecho que facilitó a que en muchas de las facultades se enseñe una ideología emparentada con el neoliberalismo, pero disfrazada de conocimiento neutral. En coincidencia con Sótelo, recalcó que esta circunstancia tiene que ser abordada considerándola como parte de una estrategia internacional, cuyo trasfondo es la redistribución del ingreso. “Siempre consideré un error presentarse como víctima del lawfare porque en realidad los más afectados son los 47 millones de argentinos, salvo los integrantes de la clase dominante. Sin embargo, es notorio el esfuerzo del sistema mediático para personalizar estas cuestiones cuando se trata de una puja distributiva” aclaró. Y agregó que “el lawfare es condición necesaria y suficiente pero además es consecuencia de la intervención del FMI en los países”.
Para finalizar el compañero Boudou recalcó que la Constitución es un programa de ordenamiento de la sociedad, pero el lawfare tiende a torcer completamente el sentido de ese programa, disimulándolo dentro de la propia letra. “Es importante recuperar en el ámbito de las ciencias sociales, y desde la perspectiva del campo nacional y popular, la palabra. Nos encontramos inmersos en una dinámica donde hay una condena mediática que precede al acto judicial y donde los juicios terminan siendo la convalidación sistémica de una sentencia originada en los medios de comunicación, que responden a los anunciantes y al poder económico por sobre el poder político” concluyó. Para finalizar advirtió sobre como ha cambiado el sujeto a proteger de los sistemas legales, pasando de ser la vida humana al capital: “Tenemos un sistema jurídico, global, constitucional y de organismos multilaterales cuyo sujeto a proteger es el capital” apuntó.
Agradecemos a lxs compañerxs panelistas y a todxs lxs participantes y nos comprometemos cómo militantes políticxs y sindicales a seguir organizándonos para transformar la realidad.