Al cumplirse un año del «debate» presidencial, organizamos un mano a mano con Hugo Yasky en la Facultad de Exactas de la UBA, donde los compañeros vienen dando una gran pelea en defensa de la Universidad y la Ciencia. Fruto de esa lucha, los compas se organizan y están creando la Comisión Interna del sindicato. En un gesto de enorme humildad y compromiso, Hugo vino a discutir mano a mano con ellos sobre cómo organizarnos y cuál es el rol de los trabajadores en esta etapa, en una charla coordinada por Federico Montero, Secretario General de FEDUBA. A continuación, algunas de las ideas centrales de los puntos discutidos con Yasky:
Un mundo en crisis y Macri sin estrategia soberana
La primer parte de la charla estuvo centrada en las transformaciones en el capitalismo contemporáneo, el triunfo de Trump en EEUU y la significación que tiene para el proyecto de apertura comercial del gobierno de Macri. En relación a eso sostuvo que la única clave para el modelo de Macri es «la sistemática y persistente presión a la baja sobre el salario directo e indirecto de los trabajadores y la hipoteca del futuro de los agentinos a través de un brutal endeudamiento. En definitiva, sacarle plata del bolsillo a la mayoría para recomponer las ganancias extraordinarias de la oligarquía y los grupos trasnacionales que no han cesado de fugarlas, en muchos casos, como se ha visto con el mismo presidente, a los llamados «paraísos» fiscales. Con las nuevas condiciones políticas y económicas, el probable retorno al proteccionismo y el acceso al crédito y el financiamiento se verán endurecidos y esto puede significar una profundización del ajuste en nuestro país» señaló Yasky.
Los procesos populares en jaque y la «normalización» de la política
En relación a la ofensiva sobre los gobiernos populares en la región, Yasky afirmó que hay una voluntad de «reformatear el sistema político, construyendo un menú de opciones electorales que no alteren las reglas de juego, y para eso, toda la maquinaria mediática, judicial y de inteligencia está dirigida a aislar y estigmatizar a los sectores más dinámicos que proteagonizaron los procesos de avance popular y sus principales referentes, como es el caso de Cristina Fernández en Argentina y Lula en Brasil». «Ellos necesitan marginar la posibilidad de que estos procesos, que denominan populistas, no puedan retomar la inciativa como alternativa al ajuste neoliberal y su profundización, que es la agenda que se viene en Brasil y en Argentina» analizó en Secretario General de la CTA de los Trabajadores.
El rol de los trabajadores y la necesidad de la unidad
En ese marco, sostuvo que la principal tarea de los trabajadores, movimientos sociales y el campo popular en su conjunto es «construir los marcos más amplios de unidad posible, pero no una unidad cualquiera, una unidad ante todo social con el 40% de los y las trabajadoras que hoy están caídos del mapa, y que aún en el marco de procesos de avance, como los que tuvimos durante 12 años, no pudimos integrarlos de manera estable a través del trabajo registrado y con derechos. Por eso la unidad de los trabajadores con los desocupados y la economía social es una clave política que tenemos que abordar» señaló.
«Otro aspecto de la unidad tiene que ser la necesidad de una unidad política, que no es unidad partidaria pero sí unidad política en términos de proyecto, y en ese sentido, excepto en períodos muy acotados siempre hubo distintos proyectos políticos al interior del movimiento obrero en la argentina, como lo representó la CGT de los Argentinos, el liderazgo de Ubaldini, el surgimiento de la CTA, la confluencia con el MTA. Y no hay que tenerle miedo al debate político y la búsqueda de síntesis políticas» sostuvo Yasky.
Un sindicalismo no corporativo, solidario y con estrategia de mediano plazo
En relación a la unidad, señaló que «quizás el punto mayer de unidad en esta etapa haya sido la marcha del 29 de abril, que fue muy difiícil de construir, pero en la que estábamos todos -incluso hasta Barrionuevo, que después de terminó bajando- para ponerle un freno a la política de despidos e iniciar un plan de lucha en unidad. Ese acto nos costó muchísimo hacerlo pero fue un gran hecho político que tuvo una respuesta del gobierno y de los medios, que fue comenzar una gran ofensiva con la política de dividir eso que tanto nos había costado unir. Lamentablemente esto tuvo un correlato en la actitud de varios dirigentes, que aceptaron excluir a la CTA de la mesa de diálogo que convocó el gobierno junto con el veto a la ley anti-despidos».
«Y ahí quiero hacer un señalamiento, que va más allá de los intereses económicos que evidentemente están en juego, del carpetazo al que muchos dirigentes sindciales que no viven como los laburantes le tienen miedo, que es la concepción corporativa de lo sindical. Esta mirada corta y acotada es la que explica la paradoja del reconocimiento entre los trabajadores de su sector que tienen muchos dirigentes sindicales que ayudaron a que Macri llegue al gobierno. Vos le preguntás por su sector y te dicen ‘Fulano siempre ´defendió nuestros intereses’, claro, el tema es que no hay forma de defender los intereses de tu sector en un país que se hunde día a día, esto hay que entenderlo y poder plantearlo con claridad a los compañeros» planteó Yasky.
«Luchar, caer, levantarse, caerse, levantarse. Ese es nuestro destino»
Para finalizar, los compañeros le preguntaron a Hugo sobre la similitud entre la paciencia y la perseverancia del maestro y del militante para seguir soñando y construyendo aún en tiempos adversos. Allí Yasky contó una anécdota, «Cuando ganó Macri, yo me volví a comprar un libro que había leído de joven, el de Simone de Beauvoir del hombre que nunca muere, Todos los hombres son mortales. Me lo compré porque ahí está un poco la clave de nuestra lucha, uno ve cómo en la historia hay oleadas y el protagonista reflexiona sobre porqué los hombres avanzan con gran esfuerzo para luego retroceder, y yo pienso un poco como dijo el vicepresidente de Bolivia, García Linera, cuando le dimos el premio Rodolfo Walsh, los trabajadores y el pueblo tenemos que luchar, caernos, levantarnos, caernos y volvernos a levantar, porque ese es nuestro destino» cerró ante una ovación por parte de lxs compañeros.
Fue una instancia de diálogo y debate sobre las estrategias que los y las trabajadoras debemos darnos en esta etapa, en el contexto de la lucha en defensa de la Universidad Pública y el sistema Científico-Tecnológico.