A 39 años del último golpe cívico-militar, el proceso de Memoria, Verdad y justicia en nuestro país es irreversible, y es imprescindible asegurar su continuidad.
Por eso seguimos reclamando juicio y castigo a todos los responsables del genocidio, y exigiendo la restitución de los hijos secuestrados.
Seguimos luchando contra los responsables del saqueo de la riqueza nacional, que ayer promovieron el golpe, y hoy intentan condicionar nuestra democracia.
Homenajeamos a nuestros compañeros y compañeras, desaparecidos, asesinados y perseguidos por su compromiso con la liberación de nuestra patria.
Celebramos más de una década de recuperación de derechos, independencia económica, soberanía política y justicia social. Para que ni la muerte ni el hambre vuelvan a ser una amenaza para nuestro pueblo, nunca más.
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