Una apuesta por la construcción de una Universidad emprendedora

Compartimos la entrevista realizada desde FEDUBA a Laura Pregliasco, Doctora en Ciencias Químicas, de la Universidad de Buenos Aires e integrante del proyecto Incubacen (Incubadora de Empresas de Base Tecnológica) de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. La Dra. Pregliasco también ha formado parte del “Programa de Actualización en Investigación, Transferencia y Desarrollo en el Campo de la Ciencias Sociales” desarrollado por esta gremial.

– ¿Qué importancia le otorga a un programa de estas características, teniendo en cuenta que entre sus principales objetivos se encuentra el de trazar un puente entre la academia, la ciencia y la sociedad?

– Estoy muy contenta con el desarrollo de esta experiencia en el ámbito de las ciencias sociales. Desde UBA Emprende buscamos poner todos los conocimientos que generamos en nuestra Universidad, financiados con el esfuerzo de toda la población argentina, al servicio de la sociedad. La forma en la que trabajamos es en la experimentación y práctica orientada al fortalecimiento de un ecosistema emprendedor en nuestra enorme y gran institución, que pueda articularse cada vez mejor con los actores claves del sistema nacional de innovación. Como en todo ecosistema, es deseable contar con la mayor diversidad posible, y el aporte de todas las disciplinas en las que la UBA es líder en la formación de profesionales resulta fundamental. La aproximación debe ser transdisciplinaria.
Hoy contamos con incubadoras en Ingeniería, Exactas y Agronomía. Participan de actividades vinculadas a la generación de nuevos emprendimientos, sociales y/o tecnológicos, cátedras de FADU y de Psicología entre otras. Por tal motivo, contar con la primera experiencia en Ciencias Sociales que acerque este debate a su comunidad resulta para nosotros un motivo de festejo.
Nuestra Universidad posee un potencial enorme para generar gran cantidad de proyectos innovadores basados en la explotación intensiva de conocimiento (tecnológico o no), los que conducidos por emprendedores que aspiramos a formar también, generen beneficio para la sociedad que nos da sustento. Tenemos acceso a gran número de casos sobre los cuales experimentar nuevas formas de gestión de la innovación y generación de buenas prácticas, desde un abordaje que requiere la especialización de nuestros economistas, psicólogos, sociólogos, diseñadores, y también del aporte de las Ciencias Sociales. Por eso la alegría.

– A partir de su formación como química ¿Cuál es el valor que le otorga a la formación de investigadores capaces de insertarse en equipos interdisciplinarios para el desarrollo de políticas públicas?

– Lo considero fundamental. Es desde la transdisciplina que lograremos articular las capacidades necesarias para la creación, práctica y gestión de un nuevo paradigma en lo que a la gestión de la innovación se refiere, que contemple las particularidades de nuestra cultura y de cada región de nuestro país.

– De acuerdo a su experiencia y participación en programas que vinculan ciencia y tecnología ¿cual considera que ha sido el grado de desarrollo que obtuvo la producción científica/académica en Argentina y la región durante los últimos años?

– La Ciencia y la Tecnología se encuentran ligadas. Sobre eso no hay nada que opinar. Pero si hablamos de la incorporación a la ciencia de la problemática de la innovación, desde las etapas más tempranas en la generación de conocimiento, los últimos años han resultado fundamentales.
Las políticas sobre todo del MINCyT, pero de todos los actores del sistema, han reorientado la cultura del investigador, forzando su mirada hacia la aplicabilidad, factibilidad de dichas aplicaciones, y potencial tecnológico involucrado en su actividad. Y todo ello con una mirada territorial. En mi opinión este ha sido el resultado de la acertada reorientación de las herramientas de financiación para la investigación. Por supuesto que faltan años y continuidad para poder medir estos resultados, pero sin duda que el impacto en la cultura, en mi opinión, va en el sentido correcto.

– Desde su campo disciplinar y como docente de este curso ¿cuál considera que puede ser su aporte más enriquecedor para la formación docente?

– Creo que podemos acercar la experiencia de Exactas en la gestión de la innovación, ya que hemos experimentado con gran número de proyectos, hemos sufrido grandes decepciones y fracasos (sin miedo a decirlo pues son la mejor herramienta de aprendizajes posibles), y hemos conquistado algunos logros. También hemos podido comparar nuestras prácticas con nuestros socios internacionales de la región y del mundo, permitiéndonos nutrirnos de su experiencia y ayuda. Sabemos que necesitamos el saber de las Ciencias Sociales para analizar y mejorar nuestras prácticas y podemos ofrecer la realización de estudios de caso que resultarían en beneficio para todos. También ofrecemos un espacio de escucha y reflexión para las preocupaciones de los investigadores de estas disciplinas e intentamos vincularlos con actores que puedan complementar su trabajo desde otros campos disciplinares. Pero sobre todo, ofrecemos la herramienta de UBA Emprende, una red que propone la puesta en valor de todas las iniciativas que tenga esta visión de colaboración y transdisciplina hacia la construcción de una Universidad emprendedora con que cumpla con su compromiso social, aportando a la dinamización de la economía, la retención de nuestros profesionales, y la generación de puestos de trabajo y beneficios para toda la población argentina.