“CONADU en el medio” entrevistó a Héctor Recalde, conocido abogado especializado en el derecho del trabajo, egresado de la Universidad de Buenos Aires donde también fue docente. Hoy, Recalde es diputado nacional y presidente de la Comisión de Legislación del Trabajo.
– Cristina Pauli (CP): Doctor, nos interesaba saber qué balance hace de estos años de trabajo legislativo en torno a los derechos de los trabajadores y de las trabajadoras.
– Héctor Recalde (HR): La verdad es que habría muchas cosas que faltan, pero cuando uno repasa qué es lo que sucedió en cuanto a los derechos de los trabajadores en esta década ganada, yo la llamo década gloriosa, uno mismo que en alguna medida tuvo alguna relación con la sanción de leyes se sorprende. Se sorprende porque han sido tantas las modificaciones que realmente conmueven. Conmueve pensar en cambios tan trascendentales.
Como para hacer un repasado rápido, porque sería muy tedioso sino, cuando uno piensa en la Ley Banelco, lo que significó no sólo en la corrupción, esto que está investigando ahora la justicia y que una de las primeras medidas del gobierno de Néstor Kirchner fue la derogación de esa ley. Ya con eso sólo justificaría todo un gobierno, mire lo que le digo.
– CP: Por lo que significaba esa ley en pérdida de derecho de los trabajadores. Nos hemos quedado en la anécdota del soborno y de la banelco, pero en realidad la ley era muy perversa.
– HR: La ley en sí era perversa: más allá de la trascendencia institucional que tiene, que se soborne a funcionarios y legisladores, senadores en este caso.
¿Y sabe cómo comienza Néstor el gobierno? Con un decreto que pasó desapercibido, fue el decreto 392 del año 2003. Usted recordará que la explosión de la convertibilidad licuó los pasivos empresarios, gran negocio patronal. Pero también licuó la capacidad adquisitiva de los salarios. Esa devaluación hizo que los trabajadores perdieran un 40% de su poder adquisitivo. A raíz de eso, el gobierno de aquel entonces, dio asignaciones no remunerativas: 100 pesos, después 50 y 50. El movimiento obrero lo reclamaba era que esos 200 pesos se convirtieran en remuneración. Lo que hizo Néstor Kirchner fue decir: “Son remuneración pero van a los básicos del convenio”. ¿Qué sucede cuando usted incorpora una suma fija al básico del convenio? Se achatan las categorías profesionales. O sea, para decirlo en términos más accesibles, la diferencia que puede ganar un tornero con un peón de tareas generales. Así, la propia empresa se ve obligada a renegociar con medios colectivos. Porque si es más o menos lo mismo lo que gana un tornero o un peón de tareas generales no se corresponde con la realidad. Esto ha hecho que el año pasado, después de haber estado inmovilizada la negociación colectiva durante años y años, se firmaran aproximadamente 1800 paritarias. Mil ochocientos convenios colectivos de trabajo.
Después de eso bueno, innumerables leyes. Hemos conseguido limitar el poder de los empleadores: no les pueden cambiar las condiciones de trabajo, de salario, de horario, de categoría, ni de lugar. El trabajador se puede negar a cumplir esa orden, y ser el empleador el que tenga que ir a la justicia para pedir permiso. Además, en los 90 cuando una empresa se presentaba en convocatoria ya no era el juez laboral el que intervenía, era el juez comercial. O sea, olvídense de los derechos. Por eso, se recuperó también la competencia de la justicia laboral. Más o menos recordar por el orden cronológico. Después vinieron los tickets canasta con otro soborno.
– CP: Que ahí usted tuvo una intervención importante…
– HR: Decía orden cronológico para no ser auto-referencial (risas).
– CP: Pero creo que esta auto-referencia es merecida…
– HR: Vale la pena decir que hubo un soborno de 20 millones de dólares, obviamente no aceptado, y una denuncia penal con las pruebas correspondientes porque mi hijo Mariano Recalde hizo una cámara oculta donde probaba cómo estaban ofreciendo sobornos. Ahora van a juicio oral. Le habían dado la probation, el fiscal apeló y la Cámara de Casación les denegó la probation y van a juicio oral. Es bueno porque también tiene que ver con un desvío de recursos del orden de los 21 mil millones de pesos que significó la aplicación de los tickets canasta en detrimento de los trabajadores y de los jubilados. Se terminó con eso.
Después la elevación de la prohibición del trabajo infantil de 14 a 16 años. Ahí le puedo contar rápidamente una anécdota: había dos posiciones intransigentes en la Comisión de Legislación de Trabajo. Una era la de Marta Maffei (Secretaria General de CTERA) que sostenía que tenía que elevarse inmediatamente de 14 a 16 años. Y otra diputada con otra realidad, Fabiana Bianco, que había sido Subsecretaria de Trabajo en Misiones, pedía de 14 a 15. Y no había forma de acordar. Era el año 2006, y me acuerdo que propuse que la prohibición se eleve a 15 años hasta el Bicentenario y después del Bicentenario a 16 años. Y hoy es Ley. Esto habla de cómo uno tiene que ir acordando, conciliando, buscando el objetivo aunque sea gradualmente.
También la Ley de Movilidad Jubilatoria. Después de medio siglo se hizo realidad un derecho constitucional de los trabajadores jubilados. El artículo 14 bis conserva el derecho a jubilaciones y pensiones móviles. La movilidad jubilatoria, dos reajustes automáticos por año, ya no depende de la voluntad de ningún gobernante. Es ley. Se tiene que actualizar de acuerdo a una fórmula que algunos compañeros de otros bloques decían que iba a ser una fórmula infame, que no iba a ver un aumento. Discutimos mucho: cuando ellos decían 3,8 al año, yo decía que el primer semestre solamente iba a ser entre el 11 y 12%. Tuve razón, fue 11, 51. Dije entre 11 y 12%. Admítaseme la falta de rigurosidad. (risas)
Y hay otra que tengo una anécdota con Néstor Kirchner: un día terminábamos un acto en Paraná y dice: “La semana que viene Cristina va a mandar un proyecto muy importante”. Y me mira a mí y dice: “A vos te va a gustar mucho”. Pero no me quiso contar de qué se trataba. ¿Sabe cuál era? La Ley 26.425 de Nacionalización de los recursos de la seguridad social. El fin de las AFJP. Otro gran curro.
Mire si son cosas importantes. Después algo que tiene que ver con CONADU también: las pasantías educativas, que habían sido usadas fraudulentamente por el plan de esa empresa. Para disfrazar a un estudiante le ponían un guardapolvo encima, pero el mameluco estaba debajo. También la prueba a favor del trabajador, la consagración de los principios que tienen que ver con la desigualdad que se da en la contratación. Que los trabajadores no paguen ninguna comisión a los bancos o de las cuenta sueldo, tanto los activos como los jubilados… Otra cosa que me parece muy importante: hay una ley que dice “no hay renuncia de derechos”, ningún trabajador puede consolidar válida una renuncia a sus derechos. Nadie renuncia a un derecho porque sí, renuncia porque lo aprietan con que puede perder el empleo. La vigencia en los convenios colectivos de trabajo más allá de que la empresa esté en convocatoria de acreedores. El estatuto del peón, el estatuto de los trabajadores en casas particulares…
– CP: Al respecto de eso le cuento una anécdota: hoy escuché a una señora muy ofuscada que decía “Y ahora hasta por la sirvienta tengo que pagar impuestos”. Entonces le contesté que empezara primero por llamarla trabajadora. Creo que básicamente también es el cambio interesante…
– HR: Es un cambio que tiene que ver con nuestras pautas culturales. Y por suerte dijo sirvienta y no sierva como dicen algunos todavía. Eso también fue muy trascendente. Y para no seguir con una larga numeración, para mí un juguete rabioso como diría Roberto Arlt, que me costó mucho esfuerzo: la penalización de la explotación de chicos o chicas en el trabajo. Ya es ley vigente ahora. Cualquier empleador que hace trabajar a un chico o a una chica menor de 16 años tiene que ir preso. Esto les digo que costó sangre, sudor y lágrimas, pero bueno, ya es ley así que estamos muy contentos con eso.
– CP: Otra que no lo dejó muy conforme fue la ley de riesgo del trabajo…
– HR: Hay un tango que dice “de las mujeres mejor no hay que hablar” (risas). En este caso no es una cuestión de género. Tuvo algunas cosas positivas y otras que yo no voté porque no me parecían correctas. Pero esto tiene que ver también con la democracia que se practica en mi bloque. Porque yo ofrecí la presidencia de la comisión porque era mi obligación, porque es un cargo del bloque, y me dijeron que: “No. Presentá tu opinión que es respetable y no renuncies”, Y bueno, esto me parece que habla bien de mis compañeros de bloque, del presidente del bloque y del gobierno nacional.
No puedo dejar de mencionar la asignación universal por hijo. Esto tiene mucho que ver y me alegro de esta llamada para decir enfáticamente no asusten más a la gente. Ninguna trabajadora de casa particular que se registre va a dejar de percibir la asignación universal por hijo. Las embarazadas van a seguir percibiéndolo. Lo dice expresamente la ley. No asusten más a la gente. Este es el efecto hiena. Después del efecto de los fondos buitres, de los carroñeros, hay un efecto hiena ¿no? Una de las características de la hiena es que come materia fecal y se ríe. Estos son algunos políticos de la oposición que si las cosas van mal para el país me parece que le viene bien a la oposición. Cuanto peor mejor y están asustando. Muchas trabajadoras de casas particulares no quieren que las blanqueen porque tienen miedo a perder la asignación universal. Regístrense, van a tener obra social, van a tener protección contra accidentes de trabajo, todos los derechos, y van a seguir percibiendo porque lo dice expresamente la ley.
Son todos beneficios que tienen que ver con la igualación, con un gobierno que se ha caracterizado por la ampliación de derechos y por la igualdad.
– CP: ¿Y qué pasa con el impuesto a las ganancias?
– HR: Esa es una de las cosas que faltan. Yo tengo un proyecto y le cambié el nombre entre otras cosas, porque la verdad es que resulta muy chocante que se piense que el salario es ganancia. El salario es un ingreso. Entonces el nombre de este impuesto, si se sanciona mi proyecto, se va a llamar “impuestos a los ingresos”, y lo que vamos a discutir es a partir de qué ingreso se tiene que pagar impuestos. Porque cuando uno piensa filosóficamente en la trascendencia que tiene el rol del Estado sabe que si el Estado no tiene recursos, el rol no se puede aplicar. Entonces, para dar un ejemplo tal vez disparatado, si un trabajador gana 150 mil pesos ¿por qué no va a pagar impuestos? Esa es la discusión sana.
Además, cuando aumenta el mínimo no imponible cambian las categorías, las alícuotas para que sean más equitativas, eso drena de recursos al fisco y hay que ver de dónde se compensa, cómo se compensa. Que todos los jueces paguen impuestos, que nadie deje de pagar impuestos, que todo el mundo esté obligado, que las rentas financieras estén grabadas, que la actividad minera o la actividad que tiene que ver con el juego pague impuestos. Una forma de compensar para que el Estado siga teniendo recursos para cumplir su rol.
– CP: Este es el programa de CONADU y usted que ha sido docente universitario sabe que somos uno de los pocos gremios que no tenemos convenio colectivo de trabajo. Nosotros estamos trabajando en eso, estamos acordando, vamos por el tercer capítulo…
– HR: Bueno, cuanto antes mejor. Son reivindicaciones absolutamente lógicas y compartidas. Tan es así que tengo proyectos de ley sobre eso. Así que ojalá se haga realidad un derecho constitucional, el 14 bis que consagra el derecho a la negociación colectiva.
– CP: Héctor no puedo dejar de preguntarle por su mirada sobre la libertad sindical y sobre la personería jurídica para la CTA.
– HR: A mí me parece que en este momento especial hay que buscar todos los aspectos que nos unen, sin dejar de advertir que en el sistema de organización sindical hay cuestionamientos y posicionamientos distintos. Pero no me parece que sea un momento donde, algo que es importante pero no principal, pueda afectar el camino de la unidad en la lucha. Fundamentalmente en este momento con tanto ataque de los medios hegemónicos, de los intereses concentrados, de los sectores opositores a ultranza, que las fuerzas populares discutan aspectos que implican una discusión valiosa pero para otra etapa. No esta.
De todas maneras, yo le voy a decir sintéticamente cual es mi posición: creo que en nuestro país existe libertad sindical, lo que hay que hacer es profundizar la democracia sindical interna. Que no haya estatus trampa, que todo el mundo pueda competir en una elección y que no haya fraude en las elecciones sindicales, para que el trabajador elija con toda libertad a quién quiere que lo represente.
– CP: Bueno Héctor le agrademos mucho su tiempo y que nos ayude a pensar un poquito en esto que tiene que ver con los derechos de todos como trabajadores y trabajadoras.
– HR: Gracias a ustedes por haber llamado, un gran abrazo. Y sigamos militando para fortalecer un modelo que ha sido igualador y que va en camino hacia profundizar la justicia social.
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