FEDUBA dialogó con Ana Arias, Directora de la carrera de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
FEDUBA: ¿Qué expectativas hay en relación a las actividades comunitarias obligatorias que deberán realizar los alumnos a partir del próximo año?
Ana Arias: Todavía no tenemos mucha información sobre las formas en que se trabajará en estas prácticas. En nuestra Carrera tenemos un sistema de prácticas pre-profesionales extendido a lo largo de la carrera que cumple con creces la exigencia planteada.
En líneas generales me parece bueno que se puedan incluir a las actividades comunitarias como parte de la currícula de las carreras, siempre y cuando se planteen como experiencias de aporte e intercambio y no como un adicional “solidario”. ¿Que quiero decir con esto? Que estas experiencias son la posibilidad concreta de avanzar en pensar y ejercitar el conjunto de lo que podemos denominar como función social de la Universidad y no como una cuestión agregada y distinta a lo que se produce como cuestión central en nuestras casas de estudio.
F: El Ministro de Educación de la Nación y ex Secretario de Políticas Universitarias suscribieron a la resolución que indica que las tareas de extensión sean tenidas en cuenta para los concursos docentes universitarios. ¿Qué opinión tiene usted al respecto?
A.A: Me parece central. La extensión es hoy de las tres funciones de la universidad, enseñanza, investigación y extensión, la menos desplegada. Claro que el concepto mismo de extensión debería ser problematizado, y, va en línea con lo que decíamos en al pregunta anterior, debe retroalimentar la discusión sobre las disciplinas mismas, sobre el para qué, para quienes formamos profesionales, generamos conocimiento, etc.. No sirve pensar la experiencia de trabajo intelectual separada de las búsquedas societales. En este sentido, la extensión no puede ser un complemento de solidaridad y compromiso, sino que es una de las funciones de la Universidad que se propone como objetivo directo la ligazón orgánica con otros actores sociales, pero el compromiso social debe ser también de la enseñanza y la investigación.
F: ¿Qué podría decirnos en relación a la reforma del plan de estudios para la carrera de trabajo social que se está discutiendo?
A.A: La reforma curricular es un proceso político apasionante dentro de nuestras carreras, es una instancia privilegiada para la disputa de proyectos disciplinares. En trabajo social estuvimos 12 años discutiendo nuestro plan y recién este año pudimos plantear un proyecto que contemplaba un abanico amplio de consensos en torno a una propuesta que podemos describir de la siguiente manera:
Incorpora nuevas asignaturas que dan respuesta a las vacancias identificadas por estudiantes, graduados y docentes en el proceso de discusión de estos años. Estas son: Historia Social Argentina, Pensamiento Social Latinoamericano, Economía Política, Estudios Sociodemográficos.
Presenta un fuerte énfasis en lo interventivo a partir de promover la capacidad de formulación y decisión en la construcción de lo público estatal, aportando a todos los trayectos de la política social.
Plantea una nueva forma de relación de las materias que aportan los elementos metodológicos y teóricos centrales de nuestra disciplina, que supere la fragmentación, pero a la vez reconozca y trabaje sobre la complejidad de la cuestión social. Profundiza en las relaciones comunidad-territorio, los aspectos colectivos e institucionales de la intervención y la práctica con familias. Se jerarquiza lo instrumental, entendiendo que no es posible utilizar instrumentos sin reflexionar en profundidad sobre sus implicancias teóricas, epistemológicas e ideológicas.
Propone la ampliación de las capacidades para intervenciones a niveles regionales y nacionales de acuerdo al nuevo contexto que supone, por un lado, la recuperación del Estado y de la política pública como un lugar de restitución de derechos; y, por otro, la creciente injerencia de los trabajadores sociales en la definición de políticas sociales.
Incluye el conocimiento sobre las realidades nacionales en el marco de la inscripción en Latinoamérica proponiendo recuperar producciones teóricas y experiencias históricas que nuestros pueblos han construido a lo largo de su historia en nuestro continente.
Refuerza la formación en investigación social pensándola como una actividad no escindida de la intervención. Se incorpora el Seminario de Investigación Final como asignatura, con contenidos articulados con las Metodologías de Investigación.
Fortalece un sistema de prácticas pre-profesionales extendido a lo largo de toda la carrera que aborda la intervención con grados crecientes de complejidad y niveles progresivos de autonomía, como un proceso integrado. Esto implica que se redimensiona el proceso metodológico, abordándolo transversalmente en los cuatro niveles de Taller, y superando así la lógica “etapista” y “productivista”. En esta propuesta es la intervención la que vertebra las prácticas.
Esta propuesta ha sido aprobada por la junta y actualmente está en discusión en el consejo directivo.
F: ¿Cómo debe adecuarse el trabajador social al contexto y los nuevos tiempos que corren?
A.A.: Esta es una etapa en la cual nos encontramos con una fuerte demanda de recuperación de las capacidades de lo público, de lo común. Las políticas sociales tienen en esto un rol estratégico y la trayectoria del Trabajo Social está muy atada a esto. Por un lado, nos encontramos ante al necesidad de repensar el conjunto de las políticas recuperando los sistemas tradicionales de la política social (Salud, educación, sistema previsional, etc.) y por otro lado, construyendo una nueva institucionalidad para la asistencia con estatuto de derecho.
El escenario es interesante y complejo, todavía tenemos una situación de vulneración de derechos enorme en conjuntos poblacionales amplios y el andamiaje institucional de “protección” se encuentra todavía muy por debajo de las necesidades de los sectores populares en Argentina.
Para estas tareas el trabajo social tiene un importante acervo acumulado y capacidades para construir las herramientas que hacen falta para esta nueva etapa. Esto exige un fuerte involucramiento político. Esperamos estar a la altura.